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Miedo: ¿Enemigo o Informante? Desafiando la Parálisis en Acrobacia (y en la Vida)

"El miedo es de kgon" "Cuando entrenamos, tenemos que sacarnos el miedo de encima." "Con miedo no puedo, no me sale." ¡STOP! Es hora de frenar un toque esa narrativa tan dañina. No bardees al miedo. Te juro que este chabón tan tan molesto tiene una función vital.

Miedo: ¿Enemigo o Informante? Desafiando la Parálisis en Acrobacia (y en la Vida)

La Función Olvidada del Miedo

El miedo no está ahí para molestarnos; su función principal es darnos información cuando algo es dañino o potencialmente dañino. Pensalo así: tu mente es una especie de súper detector de amenazas. A veces, sí, flashea e identifica como peligrosas cosas que racionalmente sabemos que no ponen realmente en riesgo nuestra vida (como hablar en público o hacer un verti sin pared). Pero otras veces, ¡está en lo correcto! Si te vas a tirar un pie-mano total en altura, no está mal que lo identifique como peligroso, ¡porque literalmente lo es!

Entonces, la pregunta clave es: ¿por qué a veces nos paraliza y hace que algo que no era peligroso se vuelva un problema (porque interfiere en nuestro control motor), y otras veces podemos hacer las cosas con miedo incluido?

El Miedo como Espectro: Entendiendo la "Trabajabilidad" (Workability)

El miedo no es un interruptor de encendido/apagado; es un espectro. Si lo pensamos en una escala del 0 al 10, podemos identificar diferentes niveles de intensidad y, lo más importante, de "trabajabilidad".

¿Qué es la "trabajabilidad"? Es el punto donde el miedo sigue siendo un informante útil sin convertirse en un paralizador.

  • Miedo intenso (por encima de 6 en la escala): Cuando el miedo se ubica por encima de 6, es tan intenso que incluso puede llevarnos a paralizarnos o a reaccionar con reflejos descontrolados. En este nivel, la probabilidad de que nuestro control motor se vea seriamente disminuido es alta. Es el punto donde el "peligro percibido" se convierte en "peligro real" por nuestra propia reacción.

  • Miedo manejable (menor a 6 en la escala): Si nuestro miedo es menor a 6, es probable que nuestro control motor no se vea tan afectado. Podrás sentir la incomodidad, la alerta, pero tu cuerpo y tu mente van a poder ejecutar lo que le estás pidiendo. Acá, el miedo te avisa, pero no te domina.

Estrategias para Navegar el Miedo "Trabajable"

Cuando identificamos que el miedo está por debajo de un 6 lo que vamos a  hacer no es intentar "sacárselo de encima" a toda costa, sino de ser inteligentes y estratégicxs. Aquí algunas acciones prudentes:

  • a) Volver un escalón en el ejercicio: A veces, significa simplemente bajar el nivel de dificultad. 

  • b) Fragmentar el ejercicio en partes más sencillas: Descomponé el movimiento grande en pequeños pasos manejables. Cada logro chiquito construirá confianza y reducirá la sensación de amenaza global.

  • c) Usar asistencias: Un compa que te asegure, un colchón extra, una pared cercana. Las asistencias no son una debilidad; pueden ser una herramienta inteligente para reducir el riesgo real y, por ende, el nivel de miedo.

  • d) Cambiar a un ejercicio que favorezca por transferencia el movimiento que quiero realizar: Si el miedo te paraliza con un movimiento específico, trabajá otros ejercicios que desarrollen la fuerza, la flexibilidad o la coordinación necesarias para ese movimiento. Estarás construyendo las bases sin enfrentar directamente lo que te asusta.

El miedo, bien entendido, no es tu enemigo. Es un sistema de alarma que, si aprendés a escucharlo y a modularlo, puede convertirse en tu mejor aliado para progresar de forma segura y consciente. La clave no es eliminarlo, sino aprender a trabajar con él.

¿Qué pensás de esta perspectiva? ¿Has sentido cómo el miedo te informa o te paraliza en tu práctica? Contame en los comentarios.


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