Siestas y memoria: ¿Qué dice la investigación?
Una investigación sugiere que una siesta de unos 60 minutos podría ser clave para consolidar las memorias motoras, y que esto ocurriría específicamente en la etapa 2 del sueño NREM.
A lo largo de los años, se ha postulado que las distintas fases del sueño ayudan a consolidar diferentes tipos de memoria, ya sean procedimentales (habilidades) o declarativas (hechos y eventos).
Para entenderlo mejor, recordemos que el sueño se divide en 5 etapas:
Etapa 1: Cuando apenas estamos "cayendo en los brazos de Morfeo".
Etapa 2: El sueño empieza a ser más profundo y la actividad cerebral disminuye. Acá es donde la siesta cobra protagonismo para las memorias motoras!
Etapas 3 y 4: Son las fases de sueño profundo y reparador.
Sueño REM (Rapid Eye Movement): Caracterizado por movimientos oculares rápidos y donde suelen ocurrir los sueños más vívidos y narrativos. Las otras etapas, como su nombre indica, son NREM (non-rapid eye movement).
La etapa 2 del sueño parece ser especialmente importante para el reprocesamiento procedimental del aprendizaje de tareas motoras. Es decir, esa siestita podría ser un "acelerador" de la consolidación, llevando a una mejora más rápida de la memoria sin necesidad de practicar. Los investigadores sugieren que, para un tipo específico de memoria, ¡no siempre es necesaria una noche completa de sueño! Solo bastaría con alcanzar la etapa de sueño específica.
"Esto sería muy sencillo y práctico: aprendo un movimiento nuevo, me duermo una siestita y¡ya me aseguro de que lo aprendo! Pero ojo, no es tan así, o sea, está mal, pero no está tan mal..." (léase con voz de Guido Kaczka).
¿Tareas simples o complejas? Ahí está el detalle...
En otra investigación, encontraron que al inicio del aprendizaje de una nueva habilidad, existen cambios en la arquitectura del sueño. La fase 2 NREM es importante para consolidar una tarea SIMPLE. Pero, ¿cómo se define una tarea como "simple" o "compleja"?
Esa misma pregunta se hicieron en una publicación reciente. Descubrieron que no es tan fácil dividir las tareas en "simples" o "complejas".
La clave, según postulan, no estaría tanto en si la tarea es simple o compleja, sino en si es nueva o conocida. Cuando aprendemos algo nuevo, hay una mejora rápida en la adquisición de la habilidad motora durante la vigilia (la primera fase del aprendizaje motor). La segunda fase, una mejora posterior más lenta, se da en los días siguientes y ¡sí, requiere de sueño COMPLETO!
El rol de las etapas del sueño según el dominio de la tarea
Los científicos plantean una conexión entre las etapas del aprendizaje y las fases del sueño, considerando que hay áreas cerebrales implicadas en común. Al principio, en el aprendizaje temprano, se activa el sistema cortico-cerebelar. Con la práctica y la estabilización, este sistema disminuye su actividad y transiciona hacia el sistema cortico-estriatal.
Aquí es donde se vuelve interesante: el rol de las diferentes etapas del sueño en el aprendizaje motor depende de qué tan bien dominada esté la tarea.
Los aprendizajes mediados por el sistema cortico-cerebelar (al inicio, cuando la tarea es nueva) ocurrirían durante el sueño REM.
Los cambios plásticos que se dan en la transición de la adquisición temprana a la fase posterior (pasar del cortico-cerebelar al cortico-estriatal) ocurrirían en la etapa 2 del sueño. De esta forma, la etapa 2 podría ser clave para almacenar permanentemente las memorias motoras.
Incluso predicen que, al aprender algo nuevo, habrá un aumento del sueño REM. Cuando la habilidad se empieza a estabilizar, la etapa 2 aumenta y luego disminuye, pero si se hacen ajustes a esa habilidad, la etapa 2 se volverá activa de nuevo (pero no el REM).
En resumen: ¿Siesta sí o siesta no?
Una siesta puede o no incluir un ciclo de sueño completo (que dura entre 90 y 110 minutos) e incluir o no la fase REM. En conclusión, si se trata de aprendizajes ya más o menos consolidados, la siesta podría ser muy útil. Pero si estamos aprendiendo algo completamente nuevo, ¡no basta solo con una siesta! Lo ideal sería dormir las 8 horas recomendadas.
Recuerda que en este post nos enfocamos en memorias procedimentales (motoras) y no en las declarativas. Pero, seamos sinceros, solo queríamos darte una razón y una excusa para que te duermas esa siesta después de almorzar, a media mañana o a media tarde, cuando te dé la gana, y al mismo tiempo te sientas una persona que toma decisiones basadas en evidencia científica.
Y por último, ¡un consejo fundamental! No te entusiasmes por las conclusiones de una única investigación. Un solo estudio no significa que se pueda generalizar y aplicar de forma lineal a cualquier contexto. Sería genial que una siesta fuera el "turbo" definitivo del aprendizaje motor, pero bueno, ¡ahora sabemos que no es taaaan así!
Artículo escrito junto al Lic. en educación física Juan Tomás Hernández
Bibliografia:
• Kevin R. Peters, Valerie Smith, and Carlyle T. Smith (2007). Changes in Sleep Architecture following Motor Learning Depend on Initial Skill Level. Journal of cognitive Neurocience 19:5, pp. 817–829.
• Carlyle T.Smith, Jocelyn B. Aubrey and Kevin R. Peters (2004). Different roles for REM and stage 2 sleep in motor learning:a proposed model. Psychologica Belgica 2004, 44-1/2, 79-102.
• Nishida M, Walker MP (2007) Daytime Naps, Motor Memory Consolidation and Regionally Specific Sleep Spindles. PLoS ONE 2(4): e341.doi:10.1371/journal.pone.0000341